Es tan difícil darse cuenta que la cabeza trabaja mas de lo que pensamos...
y cuando queres creer que no pasa nada,
hace todo lo posible para hacértelo notar.
Es necesario dejar ir... para eso,
hay que aceptar, confiar y luego soltar.
Y comprendíla importancia de esos cables furiosos
haciendo conexiones en mi cabeza...
producto de mis sensaciones,
sobrepasadas de sentimientos,
miedos, angustias y emociones...
Comprendí que el cuerpo no solo hace lo que quiero
sino lo que necesito...
y aprendí a escucharlo,
supe que un simple dolor, es mas que eso...
y logre controlarlo.
Comprendí también que uno no es autosuficiente,
y cuando no supe decifrarlo
entendí que hay que pedir ayuda.
Mi cuerpo sigue hablando,
intentando desahogarse,
desalojando todas las trabas,
dejando esos espacios libres... a mi disposición,
para lograr mis objetivos...
Necesite respirar,
necesite llorar,
necesite ayuda,
necesite apoyo,
necesite confiar en mi...
y ahí comprendí,
lo indispensables que son en mi vida,
lo feliz que me hace tenerlos cerca...
cada uno de ustedes me dio fuerza
para pasar una etapa mas de mi vida,
por todo esto... y mas que nada,
por acompañarme en el camino de mi vida
y sentirme tan querida,
porque también descubrí,
que es hermoso dejarse mimar...
Hoy les doy las GRACIAS,
ME HACEN MUY FELIZ!
Por ahí, el ritmo de estos días, no nos permiten observar y admirar todo lo que se nos presenta a nuestro al rededor... moviéndose, alumbrándonos y emanando energía. Lo bueno seria poder decir ALTO... y detenerse, con mirar el cielo solo unos segundos por día te darás cuenta las formas, los colores, las sensaciones... todo lo que genera, hay millones de matices (y eso no solo sucede con el cielo). Yo me siento una privilegiada por poder sentirlo así, espero algún día te des cuenta.